miércoles, 28 de diciembre de 2011

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lunes, 19 de diciembre de 2011

El Cartelito

Leyendo el periodico (MalagaHoy) te encuentras con este titular: "El PSOE quiere que los bares publiquen la superficie de sus terrazas". 

Pues bien, te das cuenta que, en pleno siglo XXI, es imposible que avancemos. Si la solución a un problema de ocupación de vía pública estamos pensando en que basta con la publicación de "un cartelito" ¿Dónde esperamos llegar?. Enseguida te viene a la cabeza que el problema es que no se sabe quien tiene derecho a tener terraza y qué superficie pueden ocupar pero todo esto se soluciona con la publicación de "un cartelito" ¡En pleno S XXI!.
Bien, pues estas mentes pensantes de la oposición (no me extraña que estén ahí) no caen en la posibilidad de que se publiquen estos datos en internet y que estén accesible a los inspectores de vía pública (y a cualquier usuario de la vía pública, acabamos de contratar a más de medio millón de inspectores sin gastarnos un céntimo de euro), siempre que se doten a los inspectores de los medios técnicos necesarios para conectarse a Internet y poder visualizar estos datos (que hoy en día están al alcance de cualquiera, incluso de los inspectores que hemos contratado "por la patilla").
Creo que no pretenden solventar un problema sino hacer como que les preocupa pero tomar unas medidas que no conduzcan a nada.
Hace años, cuando estuve en Venecia (tengo la mala costumbre de ir fijandome en las cosas allá donde voy- -deformación profesional-) me llamó la atención, en la Plaza de San Marcos, unas tachuelas de latón perfectamente alineadas y visibles junto a las fachadas de los edificios. Las ves el primer día y te preguntas ¿serán estaciones de control topográficas para vigilar los posibles movimientos de los edificios con las subidas y bajadas del nivel de agua?. Pues no, sí eran estaciones, y de control, pero no topográficas. ¡Eran los vértices del polígono que delimitaban las terrazas de los bares! ¡Eureka! Cualquiera que pasara a su lado puede comprobar si hay espacio reservado o no y si se ha ocupado más espacio del autorizado, limitado por esas tachuelas de latón. Una solución fácil, sencilla y barata que resuelve un problema. Si hay tachuela puede tener terraza y hasta donde marcan las tachuelas es la ocupación máxima de la terraza.
Si quisieramos complicarnos más las cosas, podríamos crear un sistema de información geográfico que, posicionandote en la terraza, con un código "QR", etc. te indique las dimensiones máximas de la misma, número máximo de mesas y tamaño de las mismas, su situación respecto de puntos localizables, un croquis e incluso una fotografía pero esto creo que lo tendremos que dejar para el siglo que viene cuando nuestras mentes pensantes sepan la tecnología que hay por el mundo.
Pues bien, independientemente de cómo se pueda proporcionar la información que hay que controlar es muy importante tener la voluntad de querer controlar esa información y ahí es donde "palmamos". No hay voluntad decidida de controlar las ocupaciones ilegales en la vía pública. Y mientras no exista esa voluntad decidida (que no es igual a proclamarlo en público) da igual un SIG, que tachuelas de latón, que "un Cartelito".

domingo, 18 de diciembre de 2011

Siempre a por los mismos.

Cada vez que oimos que no llegamos a los compromisos acordados con Europa sobre la reducción de la deuda, siempre miramos a los mismos, a los funcionarios. Además, siempre con las mismas argumentaciones: Son unos flojos, no producen nada, hay demasiados para lo que hacen...
Y yo me pregunto ¿Estamos hablando de los trabajadores de base o de los puestos directivos (jefes de las diferentes unidades administrativas)?.
Normalmente nos fijamos en los que vemos, los de las ventanillas y los de las mesas de atención al público pero no nos fijammos en los que están metidos en los despachos que, desde mi punto de vista, son los auténticos responsables de que el personal adscrito a su unidad administrativa no produzca lo que se espera de ellos o, directamente, no cumplan con sus obligaciones.
También, es totalmente incierto que no se pueda hacer nada para que trabajen y que el que no quiera trabajar, es imposible que trabaje. Sólo es cierto lo anterior si el Jefe de turno no está dispuesto a trabajar. Pero claro, eso supone demasiado desgaste, organizar las tareas adecuadamente, encargar tareas que se puedan ejecutar con los medios que proporcionas, hacer un seguimiento de las tareas, corregir las planificaciones en función de los resultados y, en su momento, exigir responsabilidades al que no trabaja.
Pues eso, cada vez que piensen en un funcionario vago, piensen en los que no trabajan, pero en todos, no sólo los que se ven sino también en aquellos que lo consienten o lo provocan.
De los Jefes, y el por qué de sus comportamientos, hablaremos en otra ocasión

domingo, 11 de diciembre de 2011

Principios del Blog

La idea del presente blog es escribir una entrada cada quince dias sobre algún tema de actualidad, fundamentalmente de mi actividad en la Gerencia, de las nuevas tecnologías, de cocina, economía, etc. en principio no habrá especialiación sino que se tratarán temas muy variados aunque, con el devenir del tiempo, sabe Dios dónde acabaremos. ¡el Señor proveerá! Esta primera entrada no cuenta, así que la primera entrada real será antes de fin de año. Hasta pronto (Espero)