miércoles, 24 de abril de 2013

Se esfuma la Esparanza del 2013.

En la época de la transición española (la primera, ya veremos si estamos viviendo la segunda), se elaboraron gobiernos de compromiso donde, como no teníamos cultura democrática pero teníamos que hacer cosas, se fue tirando de quien se podía para ir acometiendo las tareas que se tenían que desarrollar.

En este sentido, recuerdo una entrevista que le hicieron a Eduardo Punset, que por aquellos entonces era Diputado del Parlamento español, y fue requerido por el Presidente del Gobiero, Adolfo Suarez, para que se hiciese cargo de las Relaciones con las Comunidades Europeas. Él siempre dijo que no tenía ni idea de qué iba aquello pero que llegó a ser ministro porque era el único que sabía ingles, ya que estudió en Estados Unidos, y era el único que podría entenderse en inglés con aquellos europeos.

Y esto, que parece tan peregrino pero que es real, se repite treinta años después, cuando los gobrenantes tienen que introducirse en el mundo de las nuevas tecnologías, de las redes sociales, de Internet 2.0, etc. y que, para acometer esas tareas, no tienen claro a quien poner.

Y he aquí, que una mente lúcida resuelve la cuestión en "cero coma" (como dicen hoy en día) ¿Quién tiene "Smartphone"? ¿Quién tiene blog? ¿Quién tiene cuentas en redes sociales? Pues ya está, y así debieron llegar al nombramiento de nuestra flamante concejal de Gobierno Abierto (#oGov) @mariviromero.

Pienso así, porque la contestación que me ha dado esta mañana me revela muy poca sensibilidad y convencimiento sobre estas cuestiones ya que al ser interpelada, sobre cuestiones de este tipo, su respuesta ha sido demoledora para el futuro de la #transparencia (que no es otra cosa que saber el por qué de las cosas)

Vamos a ver. Si NO PASA NADA porque haya retrasos, siempre y cuando se explique el por qué de los retrasos, que es el pilar fundamental de todo este "tinglao" de la #transparencia, #colaboracion y #participacion que forman el #GobiernoAbierto. Dar explicaciones y  hacer las cosas a la vista de todos es hacia donde debemos transitar, no como se viene haciendo hasta ahora, que no se dice ni "Pamplona", cosa que es muy poco transparente. Las tareas se retrasan y, desgraciadamente, mucho más de lo que todos deseamos (no hay mas que recordar la redacción del PGOU, ocho años, ocho). Pero no pasa nada si se cuentan los problemas tenidos para que se hayan producido los retrasos, todo el mundo los podrá entender y ¡a seguir trabajando!

Pero me acusa por denunciar incumplimiento de plazo, que es real, cuando en octubre de 2012, D Francisco de la Torre, anunció que para el 1er Trimestre de 2013 querían tener datos a disposición de los ciudadanos #OpenDataMalaga. Pues bien, pasado el plazo (medio mes más) no han publicado el #OpenDataMalaga, tampoco han contado el por qué no han podido publicar y, para no tener que decir nada, no se compromete con nuevos plazos la concejal de #oGov. Esto denota muy poco espíritu de #transparencia.

¿Tiene sentido tanto ocultismo en un proceso de apertura de información?
¿Nace viciado este proceso de apertura de información?
¿Realmente apuestan por la apertura de datos e información o sólamente es una pose propagandística?

 Ya hablaremos otro día de los datos que contendrá el #OpenDataMalaga, si los que los ciudadanos quieren o los que ha considerado conveniente la corporación porque... ¿A quién le han preguntado?

viernes, 12 de abril de 2013

Populismo

Normalmente, hoy en día uno cree en aquello que sólo puede tocar y comprobar. Los tiempos de creer porque las personas tenían palabra, que era su patrimonio, y sabías que siempre te iban a decir la verdad y nunca te engañarían, han pasado. Se fueron. ¡Ya no están!

Qué mal negocio hicimos, como sociedad, cuando decidimos cambiar nuestro patrimonio personal, único e intransferible de la palabra, por el patrimonio de las propiedades, de las posesiones, del aparentar, del ostentar, del tener (aunque no sepamos para qué).

Todo esto viene a cuento del nuevo decreto de la Junta de Andalucía que, en principio,  permitirá expropiar viviendas vacías, a bancos e inmobiliarias, porque son un bien social y no pueden ser acaparados por los privados. En cierto modo y manera, no les falta razón porque hay muchas cosas en este mundo para especular como para tener que hacerlo con las viviendas. ¡Claro!, esto que está muy bien, nadie se dió cuenta hace diez o quince años, cuando empezaban a inflarse, en su burbuja, los precios de ese bien social y producía grandes ingresos a las diferentes administraciones y privados. ¡Qué lástima!

En realidad, ya hemos pagado por la expropiación o el alquiler de muchas viviendas, sólo hace falta que nos den los bienes por los que ya hemos pagado o nos compensen con los intereses de lo que ya hemos prestado, me explico. Si a la banca ya le hemos dado, entre todos, unos 50.000 millones de € para que no colapse el sistema bancario, creo que tenemos derecho a que nos paguen los intereses de ese dinero.

Podríamos establecer que tenemos derecho a recibir un interés por el préstamo de ese dinero, menor de lo que nos cobran ellos por una hipoteca y fijar que nos paguen el 1% del dinero anual. Pues bien, con esta premisa, nos deberían ingresar en nuestra cuenta, la de todos, unos 500 millones de € al año. 

Si observamos el gráfico de abajo (fuente: elperiodico.es), en España, se han producido en el 3er trimestre del 2012 un total de 12610 desahucios. Si asumimos como valor medio el máximo producido en el 3er trimestre del 2012, obtendríamos que necesitaríamos unas 50.000 viviendas al año en alquiler para poder realojar a los ciudadanos desahuciados


Si tenemos en cuenta que el 1% del dinero que le hemos dejado a la banca nos producirían unos 500 millones de € al año, y necesitamos 50.000 viviendas nos sale que, con los intereses del dinero que hemos prestado, podríamos pagar unos 10.000€ al año por vivienda social alquilada que parece una cifra más que digna para un alquiler social.

Por lo tanto, no necesitaríamos llegar a expropiar ninguna vivienda sólo sería necesario acordar con los bancos el pago de intereses en forma de alquiler social de  los pisos que tiene vacíos
.
Y no hablemos si, como hacen ellos, nos pagaran el 4 ó 5 % de interés, que es como nos estamos financiando nosotros.

¿Por qué no se hace así?

jueves, 4 de abril de 2013

La desafección.

Normalmente, en la vida, hay momentos y momentos. Momentos buenos y malos, momentos en los que nos encontramos arropados y momentos en los que no lo estamos tanto. De subidon, o de bajon. De ...., de todo.

Pero quiero centrarme en esos momentos, no tan buenos, en los que nos encontramos solos, de bajón, desganados y vemos que nuestro entorno no nos hace caso o, al menos, no nos hace todo el caso que antes nos hacía. Es en esos momentos cuando desde el interior, instintivamente, no nos sale mirar hacia ahí, para buscar las causas de esta situación, tendemos a buscar los culpables fuera -que puede ser que lo estén- pero lo más normal es que todo provenga del interior y, con el tiempo, se proyecte al exterior, que es cuando vemos los efectos. Por lo tanto, no podemos culpabilizar a los efectos debiéndo buscar las causas de esos efectos para poder resolver el problema.

Esta reflexión viene a cuento de un magnífico artículo que ha escrito Meli Galarza sobre la la militancia de los partidos políticos y la desafección de ésta, y de la ciudadanía, apareciendo en escena las críticas públicas de los primeros a sus partidos. Vaya por delante que yo pienso como ella, que los partidos políticos deben ser una de las herramientas fundamentales para articular la democracia pero no estos partidos que tenemos, unos partidos que necesitan refundarse democraticamente, y no reformarse como apunta en el artículo. Y si hemos llegado a esta situación "de militancia no sentida y asumida", ha sido por la falta de democracia de los partidos y la no apertura de puertas y ventanas en los mismos que han llevado a los militantes a la desidia. Se les puede culpar de no tener aguante pero creo que mucho han aguantado hasta llegar a esta situación.

Recién nacida la democracia española, en el año 1978, se aprobaron una serie de medidas y legislaciones tendentes, todas ellas, a tutorizar a la población española, que venía de unos cuantos "añitos" de dictadura. Como quiera que la población no estaba preparada para el futuro que se nos abría, los Partidos Políticos se nombraron tutores de la voluntad popular, diciéndonos, en cada momento, lo que debíamos hacer y votar.

Por otro lado, se elabora una legislación electoral "ad hoc", que permitía estabilidades de gobierno muy fuertes sin grandes exigencias. Cuestión de alabar, si tenemos en cuenta los movivmientos que había para desestabilizar la democracia, e incluso un frustrado golpe de estado que, sin esa estabilidad incial, pudiéra haber dado al traste con esa incipiente democracia.

Pero esa misma fortaleza inicial permitió a los partidos políticos (porque es natural hacer uso de esa fortaleza que te ofrecen) repartir puestos "por doquier" y a crear cuantos puestos estimara oportunos para poder seguir repartiéndolos a "su antojo". Con esto comenzaron a preocuparse más por su propio futuro, su asentamiento y su consolidación, que por el futuro de los ciudadanos y consumándose, así, el fortalecimento y blindaje de los cargos de los partidos políticos en lugar de el crecimiento de lo común (Los dirigentes actuales llevan más de treinta años en la política). Así, construyeron dentro de los partidos un entramado servil y sumiso, poco democrático donde no había cabida para la crítica interna (acuérdense de la famosa frase de Guerra: "El que se mueva, no sale en la foto") y, de ahí hasta nuestros días, se fueron desangrando, provocando un proceso endogámico, que es donde nos encontramos hoy en día.

Y es tal la endogamia que hay en los partidos que, aunque aparecen caras nuevas, gentes nuevas, cargos nuevos, etc. realmente, no hay nada nuevo puesto que, todo lo que asoma, se ha plantado, regado, abonado y mimado desde pequeñitos en los invernaderos del partido (cachorros de los partidos), por lo que saben a quién seguir y obedecer, sin necesidad de plantearse si es lo correcto o no. Simplemente hacer lo que te digan. Y eso, no es militancia.

Así, la militancia, harta de renunciar a todo por nada, ha dejado de reconocer en la organización actual el partido al que se afilió, dejando de sentir aquello que le llevó a militar y ha  encotrado, en las redes sociales, una nueva vía de expresión, fuera de las estructuras controladas por los partidos, para poder expresarse sin la "sordina" que les imponen desde dentro. Estas redes, que permiten expresarse a los militantes y ciudadanos de a pie, son las que temen los partidos puesto que escapan a su control y, por ello, no las apoyan decididamente pero son conscientes que tampoco pueden dejar de estar en ellas y de alabar sus bondades.

Desde mi punto de vista, lo que la militancia y la ciudadanía busca, es una democratización Sí, o Sí, de los partidos políticos y una apertura a la sociedad aprovechando la facilidad que dan las nuevas tecnologías, en participación y apoyo, cambiando la tutorización de la voluntad popular (buena en sus inicios) por la gestión eficaz de los intereses de los ciudadanos, de una forma democrática. De producirse esta democratización, se retornará a las militancias sentidas, participativas, al ejercicio continuado del deber de decir y del derecho a no callar que es, en definitiva, lo que falta a día de hoy. Y así, sí puedes renunciar a una parte de tu ser, en favor de tu partido.

¿A alguien le extraña la desafección, de los ciudadanos y los militantes, a los partidos?
¿Creen Uds. que los dirigentes de los partidos no saben cuál es el camino a emprender para corregirlo?
¿Habrá llegado el momento de que los partidos políticos renuncien a esa fortaleza y se democraticen?
¿Aprovecharán la posibilidad de democratización que aportan las nuevas tecnologías?
Esperemos que sí, porque el que va a llegar, es ¡SEGURO!