viernes, 19 de mayo de 2017

Astoria a media asta.

Desde mi punto de vista, el problema que se ha suscitado entorno al concurso del #Astoria y Antonio Banderas ha sido debido a la falta de #transparencia y la mala gestión que ha hecho el ayuntamiento de este asunto, sobre todo por parte del Sr. Alcalde y del Sr. Concejal de Urbanismo, al focalizarlo, todo, en la figura de Antonio Banderas.
No se si, de verdad, le vino de sopetón la presencia de Antonio Banderas en el concurso (cosa que me extraña mucho porque estas cosas suelen comentarse antes) o que, sabiendo que se presentaba, resultara ganadora su propuesta.
El primer fallo en el concurso fue establecer el semi-anonimato, me explico. Se trataba de un concurso de arquitectura acompañado de un estudio de viabilidad económica de la propuesta, en el que el anonimato se exigía en la parte arquitectónica pero no en la parte económica, por lo que sabía que en la propuesta ganadora estaba "StarLite" (y no se si también figuraba el nombre de Antonio Banderas).
Posteriormente, para darle "una manita de" #transparencia al concurso, publican las propuestas arquitectónicas de todos los concursantes, pero no van acompañadas de los correspondientes estudios económicos de viabilidad. Es decir, somos #translúcidos porque puedes intuir pero no te dejo ver. Ya seguimos mal.
Pero hasta aquí, con sus peros, la cosa podría funcionar porque se trataba de un concurso de ideas, no vinculante, que serviría para trabajar en el siguiente concurso para la adjudicación de la concesión de ese espacio.
Y, a partir de aquí, se desata la mala gestión municipal, cuando el Sr, Alcalde anuncia su favoritismo hacia la figura del Sr. Banderas y que no sería lógico perder ese importante valor para el proyecto. Es más, habría que hacer cualquier cosa con tal de no perderlo como, por ejemplo, adjudicárselo, ya, directamente. Como no se podía, se anunció a bombo y platillo una manipulación en las bases del segundo concurso o ya veríamos cuál sería la fórmula pero el resultado tenía que ser que en la segunda fase estaría el Sr. Banderas.
Y para remate, una vez decidido quien ganará el segundo concurso empieza a plantear cuestiones económicas del mismo, como la posibilidad de eximir del canon durante los diez primeros años o que no fuera necesario presentación de avales porque ¿Qué más aval que Antonio Banderas?
Y aquí, en este preciso momento de la historia, eché en falta la caballerosidad y defensa de Málaga del Sr. Banderas, que, como caballero que es, debería haber salido a rebatir las palabras del Sr. Alcalde, en lugar de dejarse acurrucar en sus brazos, para decirle, alto y fuerte:

"Agradezco su ofrecimiento Sr. Alcalde pero que no necesito acudir "dopado" a ningún concurso público y que, aunque no gane este segundo concurso, estoy a disposición de Málaga, como siempre lo he estado". 

Pero, en lugar de hacer esto, se fue corriendo a las oficinas municipales para preparar la reunión que mantendrían unos días después con los responsables de la Junta para... ¿apalabrar el cambio de la normativa urbanística para hacer viable la propuesta?. No sabemos, porque como no hay #transparencia, ni por parte de la Junta, ni por parte del Ayuntamiento, no lo podemos saber.
Lo demás ya lo saben, los medios de comunicación nacionales lanzándose al vacío, y sin paracaídas, seducidos por la noticia de la afrenta de Málaga al Sr. Banderas a cuenta de un altruista proyecto cultural. Tenía todos los ingredientes para captar audiencia.
La caverna lanzando insultos "a troche y moche", sin saber de qué iba el asunto, no se si por vagancia, por incapacidad, en fin, no sé porqué pero no paraban de escupir por su boca las tan manidas palabras mágicas:
los chavistas, estos venezolanos, la izquierda progre y acomplejada, los que niegan la cultura, los que no pueden trincar (darán por hecho, si ese es su patrón, que los que no se oponen, trincan), etc.
   
#Lamentable
PD: Por cierto, si piensan hacer algo que no cumpla con la Normativa Vigente, que lo arreglen antes de adjudicar el concurso, no vaya a ser que lo adjudiquemos, luego no se pueda hacer y tengamos que acabar indemnizando al adjudicatario. Que no sería la primera vez.

sábado, 13 de mayo de 2017

¿Por qué?

Siempre recuerdo a mi Padre explicándome lo inútil de una norma cuando sea ha impuesto para no ser cumplida. Esto es debido a que se dan dos procesos en la mente humana:

- por un lado, la impunidad que resulta al no respetar una norma y no ser sancionado por ello.
- por otro, y el más grave, que induce a saltarse otras normas que sí resultan necesarias e imprescindibles para la convivencia.

Ya más mayorcito, y estudiando la carrera en Madrid, mi profesor de Ingeniería de Tráfico (Sandro Rocchi Boccarelli) insistía mucho en las señales inútiles que se colocan en las carreteras, sobre todo las de prohibición y limitación. ¿Saben por qué? Sí, efectivamente, por esos dos mismos motivos y volviendo a hacer hincapié en el segundo de ellos.

"Porque induce a saltarse otras señales que sí deberíamos haber respetado."

Por lo tanto, si vivimos en sociedad, debemos regirnos por normas, que implantamos nosotros mismos. Por lo tanto,  procuremos que las normas que nos impongamos sean de obligado cumplimiento y exijamos, a los que tiene la competencia de su vigilancia, a que la ejerzan y sancionen a aquellos que las incumplan.

Por el contrario, si detectamos que una norma no nos interesa, se ha quedado obsoleta, queremos hacer negocios de otras maneras, etc. no dejemos eliminemos esas normas que nos molestan, pero no dejemos que se incumplan impunemente porque, a la larga, se incumplirán muchas más normas con lo que haremos la convivencia imposible.

Pues bien, a todos aquellos que me preguntan:
- ¿Por qué protestas tanto?
Yo les contesto:
- Porque no quiero una sociedad donde la convivencia sea imposible. 

Y todo empieza siempre por incumplir alguna norma absurda o intrascendente, sobre todo para los que las incumplen y mucho más, cuando los efectos del incumplimiento no les afectan a ellos.

miércoles, 22 de marzo de 2017

TimeSharing

¿Se acuerdan Uds. del "boom" del TimeSharing y en qué consistía?

Pues no era otra cosa que venderle un apartamento a 52 personas, nada más y nada menos, a razón de una semana al año a cada uno. Al que se le ocurrió este procedimiento de venta de una propiedad, 52 veces, fue un genio pero lo que más me impactó fue la forma tan agresiva de venta de este producto.

La venta consistía en atraer al incauto personal a una reunión con diversos regalos atractivos: Un fin de semana en Ronda, el último "best seller", etc, etc. Una vez atraído al personal y convenientemente encerrado en una habitación, te soltaban una charla general, en la que te contaban las bondades del nuevo sistema vacacional, con sus grandes oportunidades, como el cambio de semana entre multipropietarios, con lo que podías conocer mundo, podías revender tu semana, con lo que obtenías rentabilidad, etc, etc, etc.

Al final, por parejas, porque era imprescindible que asistieran los dos miembros de la pareja, te encerraban en una habitación, te decían lo que costaba y te hacían un gran descuento (sobre la primera cifra que te habían dado), con la restricción que solo era válida para ese instante, si salías de la habitación sin firmar, perdías la oportunidad de tu vida porque la oferta se perdía. Al final, todo HUMO.

Pues bien, a todo esto me suena lo del Hotel del Puerto, nos han contado todas sus bondades, que si reactivará la economía de Málaga, creará "chorrocientos" mil puestos de trabajo, será un icono para málaga, un punto de atracción mundial, arreglará las cuentas del Puerto, etc, etc, etc.

Y ya hemos entrando en la fase en que nos van encerrando en un cuarto para proporcionarnos una oferta que no podremos renunciar, puesto que es super-ventajosa para Málaga y, claro, si no la cogemos ¡YA!, la perderemos para siempre.

Pues eso, que los que compraron semanas de vacaciones, por el impulso del ahorro y la oportunidad única, no saben qué hacer ahora con su semana de vacaciones. Y creo que nos pasará lo mismo con el Hotel del Puerto. Al final, todo HUMO.