En nuestra sociedad, hay algo que
ha hecho mucho daño en la comunicación y en la credibilidad, y no es
otra cosa que el marketing, que en un primer momento fue comercial pero
que se ha ido extendiendo a todos los ámbitos de la vida. El potenciar
unos valores, aunque sean mínimos, escondiendo los perjuicios, aunque
sean grandes es lo que llamamos marketing.
Una
de las mayores desgracias que hemos tenido con el marketing, desde mi
punto de vista, ha sido "la grúa municipal", que para que no resultara
temerosa a los ciudadanos, se la bautizó como:
"SERVICIO DE APOYO A LA CIRCULACIÓN."
Si
la grúa municipal retirara de la circulación aquellos coches que, de
verdad estorban, y entorpecen el tráfico, aún podría asumirse pero, como
todo es comercial, retiran aquellos coches, mal aparcados, que les
pillan más a mano. (Si existiera el #OpenDataMalaga podríamos situar una
marca por cada coche retirado de la circulación y tendríamos una clara
idea del trabajo que hacen y no cabrían suposiciones a su trabajo.)
La
otra mayor desgracia que nos ha traido el marketing es la de las
tarifas de las operadoras de telefonía que, con su gran eslogan, nos han
cambiado por completo el concepto de GRATIS:
"Por sólo XX,XX€ al mes, TODAS las llamadas nacionales ¡GRATIS! las 24 horas del día,".
No
hombre NO, si pago algo, aunque me des mucho, será barato, e incluso
"tirao", pero nunca gratis porque para ello deberías dármelo sin pagarte
nada a cambio. Si pago, no es grátis.
Pues
el marketing se desplazó hacia la vida política y este mismo
planteamiento es el que nos hacen con los Baños del Carmen, que nos van a
salir GRATIS, sin tener que poner nada encima de la mesa. ¡Que lo pone
todo la concesionaria! y que nosotros sólo tenemos que mirar y
disfrutar.
Pues
NO, nuevamente el marketing nos envuelve en su palabrería y no nos dice
toda la verdad. Es cierto que no tendríamos que poner nada del dinero
que tuvieramos recaudado, pero tampoco es cierto que nos salga gratis,
sin poner nada a cambio.
Tenemos
que poner, por un lado, otros 50 o 75 años de concesión de un espacio
que es de todos y que, como nos pasa ahora, no podremos hacer nada, en
"nuestro espacio", a no ser que rescatemos la concesión. No sé si será
mucho o poco (por la de ahora se hablaba de un "pastizal") pero sé que
es algo que es nuestro y que lo vamos a ceder a cambio del proyecto.
Por
otro lado, para poder hacer la obra, y que la costee el privado,
debemos poner encima de la mesa unos aprovechamientos urbanísticos, que
son nuestros, para que se pueda construir el Hotel y el Aparcamiento
subterráneo. Vuelvo a lo mismo de antes, no sé cuánto puede suponer la
valoración económica del asunto pero es algo, nuestro, que se lo tenemos
que conceder al privado a cambio de las obras.
Por
lo tanto, por favor, no vuelvan a decir que no nos costaría nada el que se
hicieran las obras, que sí nos van a costar, y que no sé si merecerá la
pena prescindir de nuestras propiedades a cambio de ella o no, pero
costarnos nos van a costar. Quizás, merezca la pena ceder nuestras
propiedades a cambio de la obra, pero para para eso están nuestras
autoridades, que son las encargadas de explicar de dónde sale el coste
de las obras y en cuanto se valora lo que tendremos que ceder para que el intercambio sea justo y nadie salga muy beneficiado.
Yo
creo que, el rechazo que ha habido al proyecto presentado esta semana,
viene producido por la inseguridad que se crea en la población ante
cualquier actuación de este tipo, debido a que nadie se fia de nuestros
regidores municipales, mucho más, después de ver la gestión que han
realizado con los chiringuitos del Paseo Marítimo. Si son capaces de
explicarnos bien las cosas, puede ser que hasta estemos de acuerdo con
el proyecto. Pero tiene que dar muchas explicaciones después de lo que
estamos viviendo. Hay que cambiar #Marketing por #transparencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario