Los iPad de sus Señorías

Hoy no tenía pensado escribir nada pero "cacharreando" en twitter he topado con Santiago Cervera que, en una conversación a unas cuantas bandas, ha intentado explicar la realidad de lo ocurrido con los iPad pero lo único que ha conseguido es liar la cosa un poco más. No contento con las explicaciones dadas en twitter, más tranquilamente y relajado, ha escrito una entrada en su blog, para explicarlo con la tranquilidad que twitter y sus 140 caracteres no permiten.

Pues bien, ¡La ha liado aún más! Os cuento por qué, os dejo las observaciones que le he hecho a su entrada en el blog.

1. Me parece excesivo que casi un 10% (30 de 350) de los diputados hayan extraviado o descuidado su iPad en menos de un año.

2. Me parece excesivo tener 20 iPad para probar aplicaciones propias ¿Cuantas se han hecho en este año?
 

3.¿Cuanto costaría un seguro para 30 iPad? ¿Más que 30 iPad de reserva = 15.000€?
 

4.¿Hay que esperar , a hoy, para inutilizar los iPad perdidos o sustriados?
 

5.¿Podríamos hacer una auditoría de los iPad que hay para saber las aplicaciones que tienen instaladas? (Podría ser gracioso)
 

6.¿Pasarían, la mayoría de sus Señorías, un examen de usuario de iPad?¿Habría alguno que no supiera ni la contraseña?
 

7.¿Podría estar bien informada su Señoría con otros medios electrónicos?
 

8.Ahora que ya hemos regulado los sueldos de sus Señorías, ¿Haremos lo mismo con los gastos de representación?
 

9.Estoy completamente de acuerdo en que sus Señorías cobren lo que deban cobrar, y los medios necesarios. Pero ¡NADA más!

 Bien, lo peor de todo es que se creen que somos tontos y que, para lo que hacen, les es imprescindible estar conectado continuamente. Me jugaría cualquier cosa que habrá Señorías que ni habrán abierto el paquete de iPad y mucho menos activado el aparato. Habrá quien lo ha perdido y quien lo ha descuidado por no usarlo. Lo que no me creo es que alguien que lo use frecuentemente no lo haya denunciado en el momento de perderlo (¿Qué información tendría en su interior?) y haya solicitado que lo dejen inactivo. ¡Que lo van a hacer ahora!

En fín, que la tranquilidad tampoco les proporciona a nuestros políticos un plus de sensatez, sino que vuelven con las mismas argumentaciones que en el fragor de la batalla. ¡Así nos va!